Me he dado cuenta de que cuando piensas que las cosas ya no pueden ir peor, empeoran, de que no debes aferrarte a una persona y concentrar toda tu felicidad en ella. Siempre nos equivocamos una y otra vez, una milésima de segundo sirve para cambiar las cosas, una decisión puede cambiar tu vida de manera radical. Si le echo de menos o no, quizás no, la verdad no lo sé. ¿Por qué cuando tenemos algo no lo apreciamos lo suficiente? ¿Por qué cuando lo perdemos es cuando nos damos cuenta de todo? ¿Por qué desaprovechamos las oportunidades? Pero pienso que si no apuestas no puedes ganar nunca así que arriba, si no te levantas tú ¿Quién lo va a hacer por ti? Tira los jodidos dados de una vez y prueba suerte, quizás esta vez salga bien.